jueves, 4 de febrero de 2021

PROHIBIDO TOCAR

Como reto del módulo 1 quiero reflexionar sobre una situación que se ha agravado con la pandemia y que produce discriminación en la vida diaria de las personas con discapacidad visual:  


En esta entrevista de Cadena Ser podemos leer cómo describe Carlos, afiliado a la ONCE con baja visión, sus esfuerzos por adaptarse y superar esta nueva realidad. 

Es llamativo como tiene que enfrentarse a una sociedad recela de él cuando necesita tocar algo o no mantiene la distancia de seguridad, en sus propias palabras, un tabú en estos momentos. Esta situación nos hace reflexionar sobre las adaptaciones que se han hecho para que los espacios sean seguros en tiempos COVID, en un cien por cien son visuales, creando situaciones de exclusión social en las personas con discapacidad visual. Las conductas que durante mucho tiempo han desarrollado para adaptarse y conseguir una vida autónoma en medio de la sociedad, son vistas por la sociedad como una amenaza generando rechazo, siendo que es la propia sociedad la que ha creado un nuevo entorno sin tenerles en cuenta.

Podríamos considerar que es una discriminación indirecta muy sutil, pero convierte a personas completamente autónomas en dependientes. 

Este tipo de discriminación la experimentan las personas con discapacidad visual en muchas otras circunstancias, dónde el sentido del tacto está prohibido en pro de unas normas sociales que imponen una igualdad sin tener en cuenta sus condiciones diferentes. Por ejemplo el acceso a determinadas actividades de ocio, como puedan ser las representaciones de belenes que realizan en muchas ciudades incluyen unas restricciones ¡NO TOCAR! que impiden el disfrute de los niños ciegos. En muchas ocasiones estas situaciones se solucionan cuando personas compresivas obvian por un momento la norma igualitaria para "permitir" que estos niños accedan a una experiencia en equidad. Esta meritoria acción, usualmente tiene sus consecuencias: como a Carlos en el supermercado, las miradas y palabras recelosas, y muchas veces acusadoras, del resto de participantes en el evento convierten el uso de las adaptaciones realizadas para "garantizar la equidad" en motivo de exclusión social.

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